A menudo se siente que alguien "de repente se vuelve muy impresionante", en realidad no es una explosión repentina, sino que ha estado acumulando en silencio.
Esforzarse es como llenar un vaso con agua; incluso cuando está lleno, no derramará debido a la tensión, hasta que la última gota caiga, ¡paf!, y parecerá "de repente".
La verdadera "iluminación" nunca es repentina, es perseverancia, es acumulación, es no detenerse ni en el momento en que dudas de ti mismo.
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