Los gigantes tecnológicos profundizan en el ecosistema de Ethereum, comenzando a aparecer las formas del imperio financiero.
En julio de 2025, un documento regulador causó revuelo en el mundo de las criptomonedas: un magnate tecnológico adquirió silenciosamente el 9.1% de las acciones de BitMine Immersion Technologies, convirtiéndose en el mayor inversor de este tesoro de Ethereum. Después del anuncio, las acciones de BitMine se dispararon, alcanzando un aumento máximo del 29.3% en el transcurso de la jornada.
La discusión en las redes sociales es intensa: ¿significa esto que el antiguo pionero de los pagos en Internet finalmente ha tomado acción sobre Ethereum, lo que indica un cambio de Bitcoin a una nueva pista? ¿Está planeando imitar la estrategia de alguna conocida empresa que cotiza en bolsa?
El bullicio del mercado no es infundado. Hace apenas un año, este inversor cuestionaba públicamente el futuro de Bitcoin: "Ya tenemos ETF, no sé quién más vendrá a comprar." Con el capital institucional ya entrando a gran escala, ¿quién más puede impulsar la próxima ola de mercado alcista? Desde Bitcoin hasta una fuerte inversión en Ethereum, ¿qué está tramando realmente este multimillonario de Silicon Valley?
La estrategia detrás de poseer grandes cantidades de Ethereum
El objetivo de BitMine no oculta su intención: convertirse en un poseedor de criptomonedas de nivel empresarial en la versión de Ethereum. El 14 de julio de 2025, BitMine posee Ethereum por un valor de 500 millones de dólares (163,142 ETH). Solo tres días después, esta cifra se duplicó, alcanzando los 1,000 millones de dólares, equivalentes a 300,657 ETH. Incluso en el mundo cripto en constante cambio, esta velocidad de acumulación es verdaderamente asombrosa.
Pero lo que este magnate de las inversiones tiene en mente es mucho más que otro cofre empresarial. En 2023, una acción de su fondo de inversión reveló un panorama de inversión más amplio: invirtió 200 millones de dólares en la compra de Bitcoin y Ethereum, cada uno representando la mitad. Esta asignación en sí misma es una señal de que Ethereum ya está a la par con Bitcoin.
Además de la importante inversión en BitMine, este magnate ya ha comenzado a desplegar su estrategia en el ecosistema de Ethereum:
Infraestructura de negociación: Invertí en un conocido intercambio en 2021 y fui asesor senior.
Infraestructura de cumplimiento: Invertir en emisores de stablecoins regulados en 2024 y continuar aumentando la inversión en 2025, participando en proyectos que buscan convertirse en líderes en el campo de las stablecoins.
Infraestructura DeFi: Proyecto especializado en derivados en cadena liderado en junio de 2025.
Escalabilidad de Capa-2: Inversiones en soluciones de escalabilidad. Cuando las tarifas de transacción de la red principal son altas, Capa-2 es la clave para hacer que DeFi sea realmente utilizable.
Bitcoin es el oro digital, mientras que Ethereum es la base del nuevo mercado financiero. Una persona cercana al círculo de inversiones reveló que, si solo se trata de almacenar valor, comprar Bitcoin es suficiente. Pero para controlar la infraestructura financiera futura, necesitas Ethereum.
Este juicio tiene su fundamento. Mientras Bitcoin todavía se debatía entre su papel como reserva de valor y medio de pago, Ethereum ya se había convertido en: el principal campo de batalla de DeFi (con un valor bloqueado superior a 100 mil millones de dólares), la plataforma preferida para stablecoins (las stablecoins más importantes circulan principalmente en Ethereum), y la capa base para la tokenización de activos del mundo real (RWA).
Lo más importante es que Ethereum puede generar intereses, algo que Bitcoin no puede hacer. La estrategia del tesoro de Ethereum de BitMine apunta precisamente a esto, permitiendo que los activos generen flujo de efectivo.
La ambición de este inversor no se detiene ahí: la bolsa que apoya ha presentado en secreto una solicitud de IPO, ha participado en la creación de un banco dedicado a servir a empresas de criptomonedas (que planea mantener stablecoins) y ha adquirido medios de comunicación de la industria para controlar el discurso. El panorama se va aclarando: ya no se satisface con simplemente poseer activos, sino que busca controlar los canales de flujo de activos.
La proporción del ecosistema de Ethereum en la cartera de inversiones en blockchain del fondo de inversión al que pertenece ha ido aumentando gradualmente. Si se puede decir que 2014-2022 fue su era de Bitcoin, centrada en el almacenamiento de valor y la narrativa ideológica, entonces, después de 2023, ha entrado oficialmente en la era de Ethereum, construyendo infraestructuras financieras realmente utilizables.
Bitcoin ha ganado la guerra de ideas, pero Ethereum ganará en la aplicación práctica. Cuando las monedas digitales de los bancos centrales, los stablecoins empresariales y los valores tokenizados se conviertan en una realidad, es probable que todos ellos funcionen en Ethereum.
A través de diversas entidades, este inversor no solo está invirtiendo en acciones de BitMine, sino que también se está preparando para el control. Si BitMine se convierte en el mayor poseedor de Ether, él se convertirá, de hecho, en el banco central en la sombra del ecosistema de Ethereum. Desde los primeros pagos por internet hasta Bitcoin, y luego a Ethereum, el sueño del imperio financiero de este inversor nunca ha cambiado, solo las herramientas han evolucionado.
Comenzó a planificar cuando el precio del Bitcoin era de 1000 dólares
Cuando el Bitcoin aún rondaba los 1000 dólares, un fondo de inversión ya había comenzado a acumular. Según fuentes internas, la primera inversión alcanzó más de diez millones de dólares, lo que en ese momento se consideraba agresivo entre los inversores institucionales.
Pero la ambición de este inversor no se detiene ahí. En 2013, invirtió en una empresa que luego desarrolló una cadena pública. Aunque el proyecto finalmente no logró desafiar a Ethereum, esta inversión expuso su verdadera intención: no quería el Bitcoin en sí, sino el próximo Bitcoin.
Más intrigante es su camino de disposición:
Minería: La inversión en BitMine en 2025 es solo la última acción. Ya en 2018, se participó en la financiación de una empresa de minería.
Intercambio: Antes de invertir en un intercambio, fue un inversionista temprano en otra conocida plataforma. Comparado con algunos intercambios que siguen un enfoque regulatorio, la plataforma en la que invirtió mantiene un estilo más de ciberpunk.
Infraestructura: En 2021, cuando todos estaban detrás de los tokens DeFi, el fondo al que pertenecía invirtió en silencio en proyectos que proporcionaban infraestructura para la red Lightning de Bitcoin.
La comprensión de este inversor sobre Bitcoin es mucho más que simplemente el oro digital. En abril de 2021, durante una conversación con un ex funcionario, lanzó la idea de que Bitcoin podría usarse como un arma financiera para debilitar al dólar.
El mundo de las criptomonedas está en conmoción. Los partidarios lo llaman traidor, mientras que los opositores dicen que es un teórico de la conspiración. Sin embargo, cuando se coloca esta declaración en el contexto de su sistema de pensamiento general, la lógica se vuelve clara: el Bitcoin no solo es un activo de inversión, sino también una herramienta de geopolítica, capaz de tomar la iniciativa en una nueva guerra financiera.
Lo interesante es que, solo un año después, cambió de tono en la conferencia de Bitcoin, describiéndolo como un arma revolucionaria contra la vieja política financiera. Incluso enumeró una supuesta "lista de enemigos", que incluía a varios magnates financieros de Wall Street.
Frente a los conservadores, habla de la seguridad nacional. Frente a la comunidad cripto, habla de la revolución de la libertad. Lo que no cambia es el objetivo central: impulsar un nuevo orden independiente del sistema financiero tradicional. Esto precisamente muestra su rasgo central: usar la narrativa como arma.
Los resultados son notables: antes de la caída del mercado de criptomonedas en 2022, se liquidaron a tiempo, obteniendo ganancias de 1,800 millones de dólares; en 2023, cuando el Bitcoin cayó a 30,000 dólares, volvieron a actuar, comprando 100 millones de dólares. Esto se puede considerar un ejemplo de libro de texto de vender alto y comprar bajo.
Detalles interesantes: en julio de 2024, cuando se lance el ETF de Bitcoin y el capital institucional entre con fuerza, él publicamente expresó su incertidumbre sobre si habrá un gran aumento desde aquí. La verdadera arma, nunca será un ETF que todos puedan comprar.
Detrás de toda disposición está el sueño monetario inacabado
Al revisar la cartera de inversiones del fondo al que pertenece este inversor, la tendencia es clara: casi no invierte en DApps, no toca GameFi y solo prueba ligeramente con NFTs. Lo que realmente le interesa son: soluciones de escalado Layer2, infraestructura de cumplimiento, protocolos de derivados y redes de stablecoins. La filosofía de inversión que sigue es que los protocolos son superiores a los productos.
Volvamos al año 1998, cuando él, aún joven, y su socio fundaron una empresa de pagos. ¿Cuál era su visión inicial? No crear una herramienta de pago, sino inventar una nueva forma de moneda.
Hace diez años, antes del nacimiento de Bitcoin, ya estaba pensando en cómo revolucionar el sistema monetario. En sus inicios, incluso desarrollaron aplicaciones para PDA que podían transmitir dinero digital a través de infrarrojos. Finalmente, debido a la presión regulatoria, se vieron obligados a transformarse en una empresa de pagos tradicional.
En 2002, un gigante del comercio electrónico adquirió esta empresa de pagos por 1,5 mil millones de dólares. Después de obtener liquidez, su primera acción fue: fundar una empresa de inversión y buscar sistemáticamente la próxima oportunidad de revolución monetaria. Esperó 12 años.
En 2014, cuando comenzó a investigar Bitcoin seriamente, lo que vio no fue efectivo electrónico, sino un sueño monetario no realizado. "Vivimos en un mundo en el que los bitcoins no están regulados y los átomos están regulados". Así lo resumió en 2015. La implicación es que, en el mundo digital, puedes construir cualquier cosa, incluyendo un nuevo sistema financiero.
En sus obras, enfatiza repetidamente: la competencia es el juego de los perdedores, el monopolio es lo que puede traer beneficios extraordinarios. Las experiencias tempranas de pago le enseñaron que establecer un monopolio financiero en el mundo tradicional es casi imposible. La regulación te aplastará, los grandes bancos te atacarán. Las criptomonedas han cambiado las reglas del juego.
¿Cómo establecer un monopolio en un mundo descentralizado? La respuesta es: controlar la infraestructura de base. Cuando todos están construyendo sobre Ethereum, tener Ethereum es igual a cobrar alquiler. Cuando todas las transacciones requieren monedas estables, controlar el protocolo de monedas estables es igual a imprimir dinero. Cuando finalmente llegue la regulación, tener licencias de cumplimiento será igual a tener el boleto de entrada.
Él incluso financió a los personajes clave de esta revolución. En 2014, su programa de becas otorgó cien mil dólares al fundador de Ethereum, que tenía 19 años, lo que lo llevó a decidir abandonar la universidad para desarrollar Ethereum a tiempo completo. En cierto sentido, no solo invirtió en la infraestructura, sino también en las personas que construyen la infraestructura.
Esto explica por qué quiere establecer simultáneamente bancos tradicionales (licencias tradicionales) y protocolos DeFi (finanzas descentralizadas), sin importar qué camino tome en el futuro, él es el ganador. La razón más profunda puede ser: en su opinión, las criptomonedas no son el sistema de pagos 2.0, sino lo que el pago por internet debería haber sido, un sistema financiero global verdaderamente libre, que no está controlado por ningún gobierno.
La forma inicial del imperio criptográfico ya se ha manifestado
En el año 2025, este inversor ya no se conforma con ser un tenedor pasivo de criptomonedas. A través de BitMine, intercambios, bancos, entre otros, está construyendo un imperio financiero completo en criptomonedas.
Cuando los gigantes de las finanzas tradicionales todavía están observando, ¿por qué es tan agresivo? Quizás la respuesta esté escondida en esa frase de 2015: "Vivimos en un mundo donde los bits no están regulados y los átomos están regulados."
Para él, las criptomonedas no son solo una revolución financiera, sino la herramienta definitiva para construir un mundo de Bitcoin no regulado. Ahora es el momento de apostar.
Después de todo, como dijo su amigo, CEO de una conocida empresa de tecnología: "La mejor aventura es la aventura calculada." En esta aventura definitiva de las criptomonedas, los cálculos de este inversor apenas han comenzado.
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DegenRecoveryGroup
· hace8h
Bitcoin ya es cosa del pasado
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SillyWhale
· hace8h
swing trading rey se vuelve más valiente en la batalla
Los magnates de la tecnología están posicionándose en Ethereum para construir un imperio financiero encriptado.
Los gigantes tecnológicos profundizan en el ecosistema de Ethereum, comenzando a aparecer las formas del imperio financiero.
En julio de 2025, un documento regulador causó revuelo en el mundo de las criptomonedas: un magnate tecnológico adquirió silenciosamente el 9.1% de las acciones de BitMine Immersion Technologies, convirtiéndose en el mayor inversor de este tesoro de Ethereum. Después del anuncio, las acciones de BitMine se dispararon, alcanzando un aumento máximo del 29.3% en el transcurso de la jornada.
La discusión en las redes sociales es intensa: ¿significa esto que el antiguo pionero de los pagos en Internet finalmente ha tomado acción sobre Ethereum, lo que indica un cambio de Bitcoin a una nueva pista? ¿Está planeando imitar la estrategia de alguna conocida empresa que cotiza en bolsa?
El bullicio del mercado no es infundado. Hace apenas un año, este inversor cuestionaba públicamente el futuro de Bitcoin: "Ya tenemos ETF, no sé quién más vendrá a comprar." Con el capital institucional ya entrando a gran escala, ¿quién más puede impulsar la próxima ola de mercado alcista? Desde Bitcoin hasta una fuerte inversión en Ethereum, ¿qué está tramando realmente este multimillonario de Silicon Valley?
La estrategia detrás de poseer grandes cantidades de Ethereum
El objetivo de BitMine no oculta su intención: convertirse en un poseedor de criptomonedas de nivel empresarial en la versión de Ethereum. El 14 de julio de 2025, BitMine posee Ethereum por un valor de 500 millones de dólares (163,142 ETH). Solo tres días después, esta cifra se duplicó, alcanzando los 1,000 millones de dólares, equivalentes a 300,657 ETH. Incluso en el mundo cripto en constante cambio, esta velocidad de acumulación es verdaderamente asombrosa.
Pero lo que este magnate de las inversiones tiene en mente es mucho más que otro cofre empresarial. En 2023, una acción de su fondo de inversión reveló un panorama de inversión más amplio: invirtió 200 millones de dólares en la compra de Bitcoin y Ethereum, cada uno representando la mitad. Esta asignación en sí misma es una señal de que Ethereum ya está a la par con Bitcoin.
Además de la importante inversión en BitMine, este magnate ya ha comenzado a desplegar su estrategia en el ecosistema de Ethereum:
Infraestructura de negociación: Invertí en un conocido intercambio en 2021 y fui asesor senior.
Infraestructura de cumplimiento: Invertir en emisores de stablecoins regulados en 2024 y continuar aumentando la inversión en 2025, participando en proyectos que buscan convertirse en líderes en el campo de las stablecoins.
Infraestructura DeFi: Proyecto especializado en derivados en cadena liderado en junio de 2025.
Escalabilidad de Capa-2: Inversiones en soluciones de escalabilidad. Cuando las tarifas de transacción de la red principal son altas, Capa-2 es la clave para hacer que DeFi sea realmente utilizable.
Bitcoin es el oro digital, mientras que Ethereum es la base del nuevo mercado financiero. Una persona cercana al círculo de inversiones reveló que, si solo se trata de almacenar valor, comprar Bitcoin es suficiente. Pero para controlar la infraestructura financiera futura, necesitas Ethereum.
Este juicio tiene su fundamento. Mientras Bitcoin todavía se debatía entre su papel como reserva de valor y medio de pago, Ethereum ya se había convertido en: el principal campo de batalla de DeFi (con un valor bloqueado superior a 100 mil millones de dólares), la plataforma preferida para stablecoins (las stablecoins más importantes circulan principalmente en Ethereum), y la capa base para la tokenización de activos del mundo real (RWA).
Lo más importante es que Ethereum puede generar intereses, algo que Bitcoin no puede hacer. La estrategia del tesoro de Ethereum de BitMine apunta precisamente a esto, permitiendo que los activos generen flujo de efectivo.
La ambición de este inversor no se detiene ahí: la bolsa que apoya ha presentado en secreto una solicitud de IPO, ha participado en la creación de un banco dedicado a servir a empresas de criptomonedas (que planea mantener stablecoins) y ha adquirido medios de comunicación de la industria para controlar el discurso. El panorama se va aclarando: ya no se satisface con simplemente poseer activos, sino que busca controlar los canales de flujo de activos.
La proporción del ecosistema de Ethereum en la cartera de inversiones en blockchain del fondo de inversión al que pertenece ha ido aumentando gradualmente. Si se puede decir que 2014-2022 fue su era de Bitcoin, centrada en el almacenamiento de valor y la narrativa ideológica, entonces, después de 2023, ha entrado oficialmente en la era de Ethereum, construyendo infraestructuras financieras realmente utilizables.
Bitcoin ha ganado la guerra de ideas, pero Ethereum ganará en la aplicación práctica. Cuando las monedas digitales de los bancos centrales, los stablecoins empresariales y los valores tokenizados se conviertan en una realidad, es probable que todos ellos funcionen en Ethereum.
A través de diversas entidades, este inversor no solo está invirtiendo en acciones de BitMine, sino que también se está preparando para el control. Si BitMine se convierte en el mayor poseedor de Ether, él se convertirá, de hecho, en el banco central en la sombra del ecosistema de Ethereum. Desde los primeros pagos por internet hasta Bitcoin, y luego a Ethereum, el sueño del imperio financiero de este inversor nunca ha cambiado, solo las herramientas han evolucionado.
Comenzó a planificar cuando el precio del Bitcoin era de 1000 dólares
Cuando el Bitcoin aún rondaba los 1000 dólares, un fondo de inversión ya había comenzado a acumular. Según fuentes internas, la primera inversión alcanzó más de diez millones de dólares, lo que en ese momento se consideraba agresivo entre los inversores institucionales.
Pero la ambición de este inversor no se detiene ahí. En 2013, invirtió en una empresa que luego desarrolló una cadena pública. Aunque el proyecto finalmente no logró desafiar a Ethereum, esta inversión expuso su verdadera intención: no quería el Bitcoin en sí, sino el próximo Bitcoin.
Más intrigante es su camino de disposición:
Minería: La inversión en BitMine en 2025 es solo la última acción. Ya en 2018, se participó en la financiación de una empresa de minería.
Intercambio: Antes de invertir en un intercambio, fue un inversionista temprano en otra conocida plataforma. Comparado con algunos intercambios que siguen un enfoque regulatorio, la plataforma en la que invirtió mantiene un estilo más de ciberpunk.
Infraestructura: En 2021, cuando todos estaban detrás de los tokens DeFi, el fondo al que pertenecía invirtió en silencio en proyectos que proporcionaban infraestructura para la red Lightning de Bitcoin.
La comprensión de este inversor sobre Bitcoin es mucho más que simplemente el oro digital. En abril de 2021, durante una conversación con un ex funcionario, lanzó la idea de que Bitcoin podría usarse como un arma financiera para debilitar al dólar.
El mundo de las criptomonedas está en conmoción. Los partidarios lo llaman traidor, mientras que los opositores dicen que es un teórico de la conspiración. Sin embargo, cuando se coloca esta declaración en el contexto de su sistema de pensamiento general, la lógica se vuelve clara: el Bitcoin no solo es un activo de inversión, sino también una herramienta de geopolítica, capaz de tomar la iniciativa en una nueva guerra financiera.
Lo interesante es que, solo un año después, cambió de tono en la conferencia de Bitcoin, describiéndolo como un arma revolucionaria contra la vieja política financiera. Incluso enumeró una supuesta "lista de enemigos", que incluía a varios magnates financieros de Wall Street.
Frente a los conservadores, habla de la seguridad nacional. Frente a la comunidad cripto, habla de la revolución de la libertad. Lo que no cambia es el objetivo central: impulsar un nuevo orden independiente del sistema financiero tradicional. Esto precisamente muestra su rasgo central: usar la narrativa como arma.
Los resultados son notables: antes de la caída del mercado de criptomonedas en 2022, se liquidaron a tiempo, obteniendo ganancias de 1,800 millones de dólares; en 2023, cuando el Bitcoin cayó a 30,000 dólares, volvieron a actuar, comprando 100 millones de dólares. Esto se puede considerar un ejemplo de libro de texto de vender alto y comprar bajo.
Detalles interesantes: en julio de 2024, cuando se lance el ETF de Bitcoin y el capital institucional entre con fuerza, él publicamente expresó su incertidumbre sobre si habrá un gran aumento desde aquí. La verdadera arma, nunca será un ETF que todos puedan comprar.
Detrás de toda disposición está el sueño monetario inacabado
Al revisar la cartera de inversiones del fondo al que pertenece este inversor, la tendencia es clara: casi no invierte en DApps, no toca GameFi y solo prueba ligeramente con NFTs. Lo que realmente le interesa son: soluciones de escalado Layer2, infraestructura de cumplimiento, protocolos de derivados y redes de stablecoins. La filosofía de inversión que sigue es que los protocolos son superiores a los productos.
Volvamos al año 1998, cuando él, aún joven, y su socio fundaron una empresa de pagos. ¿Cuál era su visión inicial? No crear una herramienta de pago, sino inventar una nueva forma de moneda.
Hace diez años, antes del nacimiento de Bitcoin, ya estaba pensando en cómo revolucionar el sistema monetario. En sus inicios, incluso desarrollaron aplicaciones para PDA que podían transmitir dinero digital a través de infrarrojos. Finalmente, debido a la presión regulatoria, se vieron obligados a transformarse en una empresa de pagos tradicional.
En 2002, un gigante del comercio electrónico adquirió esta empresa de pagos por 1,5 mil millones de dólares. Después de obtener liquidez, su primera acción fue: fundar una empresa de inversión y buscar sistemáticamente la próxima oportunidad de revolución monetaria. Esperó 12 años.
En 2014, cuando comenzó a investigar Bitcoin seriamente, lo que vio no fue efectivo electrónico, sino un sueño monetario no realizado. "Vivimos en un mundo en el que los bitcoins no están regulados y los átomos están regulados". Así lo resumió en 2015. La implicación es que, en el mundo digital, puedes construir cualquier cosa, incluyendo un nuevo sistema financiero.
En sus obras, enfatiza repetidamente: la competencia es el juego de los perdedores, el monopolio es lo que puede traer beneficios extraordinarios. Las experiencias tempranas de pago le enseñaron que establecer un monopolio financiero en el mundo tradicional es casi imposible. La regulación te aplastará, los grandes bancos te atacarán. Las criptomonedas han cambiado las reglas del juego.
¿Cómo establecer un monopolio en un mundo descentralizado? La respuesta es: controlar la infraestructura de base. Cuando todos están construyendo sobre Ethereum, tener Ethereum es igual a cobrar alquiler. Cuando todas las transacciones requieren monedas estables, controlar el protocolo de monedas estables es igual a imprimir dinero. Cuando finalmente llegue la regulación, tener licencias de cumplimiento será igual a tener el boleto de entrada.
Él incluso financió a los personajes clave de esta revolución. En 2014, su programa de becas otorgó cien mil dólares al fundador de Ethereum, que tenía 19 años, lo que lo llevó a decidir abandonar la universidad para desarrollar Ethereum a tiempo completo. En cierto sentido, no solo invirtió en la infraestructura, sino también en las personas que construyen la infraestructura.
Esto explica por qué quiere establecer simultáneamente bancos tradicionales (licencias tradicionales) y protocolos DeFi (finanzas descentralizadas), sin importar qué camino tome en el futuro, él es el ganador. La razón más profunda puede ser: en su opinión, las criptomonedas no son el sistema de pagos 2.0, sino lo que el pago por internet debería haber sido, un sistema financiero global verdaderamente libre, que no está controlado por ningún gobierno.
La forma inicial del imperio criptográfico ya se ha manifestado
En el año 2025, este inversor ya no se conforma con ser un tenedor pasivo de criptomonedas. A través de BitMine, intercambios, bancos, entre otros, está construyendo un imperio financiero completo en criptomonedas.
Cuando los gigantes de las finanzas tradicionales todavía están observando, ¿por qué es tan agresivo? Quizás la respuesta esté escondida en esa frase de 2015: "Vivimos en un mundo donde los bits no están regulados y los átomos están regulados."
Para él, las criptomonedas no son solo una revolución financiera, sino la herramienta definitiva para construir un mundo de Bitcoin no regulado. Ahora es el momento de apostar.
Después de todo, como dijo su amigo, CEO de una conocida empresa de tecnología: "La mejor aventura es la aventura calculada." En esta aventura definitiva de las criptomonedas, los cálculos de este inversor apenas han comenzado.