Recientemente, en el ámbito financiero de Estados Unidos se ha debatido un tema sensible: ¿Cuál sería el impacto en la economía estadounidense si el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, fuera despedido? Detrás de esta hipótesis se refleja la preocupación por la independencia de la Reserva Federal y los riesgos de inflación a largo plazo que esto podría desencadenar.
El análisis indica que si hay un cambio repentino en la dirección de La Reserva Federal (FED), podría romper la tradición de que los presidentes no intervienen en la política monetaria. En este caso, es muy probable que La Reserva Federal (FED) se convierta en una herramienta política, y sus objetivos de control de la inflación podrían ceder ante la demanda de reducir el costo de la deuda gubernamental. La experiencia histórica muestra que, tras un cambio repentino en la alta dirección del banco central, a menudo se produce un aumento adicional de la inflación de 1 a 2 puntos porcentuales en los dos años siguientes, sin tener un efecto positivo en el crecimiento económico.
El mercado ya ha comenzado a reaccionar ante esta posibilidad. Según los datos de los bonos del Tesoro protegidos contra la inflación, la tasa de inflación esperada a tres y cuatro años ha aumentado del 1.5% al 2.36%. Este cambio refleja la preocupación del mercado por la posible salida del presidente de la Reserva Federal. Cabe destacar que las expectativas de inflación tienen la característica de ser "autocumplidas". Si la credibilidad de la Reserva Federal se ve afectada, su compromiso de mantener la inflación baja a largo plazo podría fallar, lo que llevaría a un aumento sostenido de la inflación real.
Aunque actualmente hay señales de un retroceso temporal de la inflación, la credibilidad central de la Reserva Federal (FED) en la lucha contra la inflación depende en gran medida de su independencia. Si esta línea de defensa se quiebra, sería como si el "sistema de frenos" de la economía fallara. Este riesgo puede no manifestarse de inmediato, pero podría concentrarse y estallar en el futuro durante una crisis económica, causando un impacto severo en la economía de Estados Unidos y del mundo.
Por lo tanto, mantener la independencia de La Reserva Federal (FED) no solo se refiere a la política económica actual de Estados Unidos, sino que es clave para preservar la estabilidad económica a largo plazo. Todos los sectores deben estar alerta ante cualquier acción que pueda perjudicar la independencia del banco central, para garantizar el desarrollo saludable a largo plazo de la economía estadounidense.
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GateUser-beba108d
· 07-22 12:44
sería mejor disolver La Reserva Federal (FED)
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SelfRugger
· 07-22 04:27
Ya debería haberlo sacado.
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fren_with_benefits
· 07-21 03:51
Otra vez van a tomar a la gente por tonta.
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SleepTrader
· 07-21 03:51
¿Sin palabras? ¿Powell también está a punto de no poder más?
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blockBoy
· 07-21 03:37
¿Cómo controlar la inflación? Politización y desperdicio.
Recientemente, en el ámbito financiero de Estados Unidos se ha debatido un tema sensible: ¿Cuál sería el impacto en la economía estadounidense si el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, fuera despedido? Detrás de esta hipótesis se refleja la preocupación por la independencia de la Reserva Federal y los riesgos de inflación a largo plazo que esto podría desencadenar.
El análisis indica que si hay un cambio repentino en la dirección de La Reserva Federal (FED), podría romper la tradición de que los presidentes no intervienen en la política monetaria. En este caso, es muy probable que La Reserva Federal (FED) se convierta en una herramienta política, y sus objetivos de control de la inflación podrían ceder ante la demanda de reducir el costo de la deuda gubernamental. La experiencia histórica muestra que, tras un cambio repentino en la alta dirección del banco central, a menudo se produce un aumento adicional de la inflación de 1 a 2 puntos porcentuales en los dos años siguientes, sin tener un efecto positivo en el crecimiento económico.
El mercado ya ha comenzado a reaccionar ante esta posibilidad. Según los datos de los bonos del Tesoro protegidos contra la inflación, la tasa de inflación esperada a tres y cuatro años ha aumentado del 1.5% al 2.36%. Este cambio refleja la preocupación del mercado por la posible salida del presidente de la Reserva Federal. Cabe destacar que las expectativas de inflación tienen la característica de ser "autocumplidas". Si la credibilidad de la Reserva Federal se ve afectada, su compromiso de mantener la inflación baja a largo plazo podría fallar, lo que llevaría a un aumento sostenido de la inflación real.
Aunque actualmente hay señales de un retroceso temporal de la inflación, la credibilidad central de la Reserva Federal (FED) en la lucha contra la inflación depende en gran medida de su independencia. Si esta línea de defensa se quiebra, sería como si el "sistema de frenos" de la economía fallara. Este riesgo puede no manifestarse de inmediato, pero podría concentrarse y estallar en el futuro durante una crisis económica, causando un impacto severo en la economía de Estados Unidos y del mundo.
Por lo tanto, mantener la independencia de La Reserva Federal (FED) no solo se refiere a la política económica actual de Estados Unidos, sino que es clave para preservar la estabilidad económica a largo plazo. Todos los sectores deben estar alerta ante cualquier acción que pueda perjudicar la independencia del banco central, para garantizar el desarrollo saludable a largo plazo de la economía estadounidense.